lasdemil.

suave, femenina y delicadamente, subí y me senté en la parte trasera.
No eran mis padres.
No era su hija.
Pronto íbamos a notarlo...

deseo cumplido.

siempre lo había deseado, siempre me había parecido una maravillosidad, excelente, increíble.
Aún así nunca intenté hacerlo...no sé si porque muy dentro sabía que era imposible que se de, o si porque almaceno deseos varios muchos entremezclados, sin llegar nunca a una, debida?, categorización donde exponer un orden científico y un número preestablecido de permitidos intentos.

Lo cierto es que hoy lo logré y sin siquiera haberlo deseado. (tanto eso que escuchamos “cuando menos lo esperás, llega”)

Me encontraba plácidamente durmiendo, cuando de repente escuché un ruido importante. Algo así como un elefante andino cayendo por el aire desde un 3er piso. Y punto. Nada más que ese fuerte golpe en seco.

Este acto fue lo que desencadenó mi deseo, porque ante tal golpiza, mi ojo, y sólo mi ojo izquierdo, se abrió.
Levanté únicamente las pestañas izquierdas, mientras el lado derecho permaneció perfectamente cerrado. O sea, no es que entreabrí mi párpado.
El entero, el 100% de mi glóbulo recibía aire fresco con total normalidad. Súper.

Así como sólo en las películas animadas, así como sólo en historietas, en la ficción, así sucedió. Y puedo decir que fue una de las mejores sensaciones que pasé.
Incluso porque obviamente el fin de abrir el ojo era porque escuché algo y me encontré con el horrible sentimiento de sorpresaluegomiedo, pero cuando noté la ocurrencia, esos cero coma cuatro segundos de locura desaparecieron, dejando espacio para el descubrimiento.

No sé si por arte de lagañas mágicas o si porque ya era tiempo de formalizar alguno de esos raros deseos varios, hoy puedo nombrar a mi despertar, como uno de los más felices.

No conozco alguien que no haya sufrido..

..algún desquite del destino públicamente.
Debe ser algún tipo de ritual de iniciamiento cruel que dura para toda la vida. (Es entonces un ritual de iniciamiento para lo que viene después de la vida?)

Transportes públicos.
Un infinito mundo de adversidades, peligros, aventuras y ocurrencias.
Milenarios escritos y leyendas urbanas se han oído desde lo más profundo de los bosques eslovenos.
Una poesía sobre colectivos puede leerse en la última vasija de la Dinastía Ming, un cántico de los monjes Shaolín titulado “subtes y el verano” se oye desde lo más alto de la montaña, un pequeño fragmento sobre “boletos de tren” figura en tablas descubiertas en una caverna en ruinas peruanas y un acertijo cuya respuesta es “el nieto del remisero no se recibió” se lee en unos reconocidos posavasos utilizados para la campaña política de Dmitri Medvédv.

Algo así como aquella vez cuando corría por el andén y accidentalmente se me voló la billetera de las manos y golpeó contra la cabina del chofer del tren cayendo a las vías, desapareciendo ante mis propios ojos.

Sr chofer -Estás loca?? cómo vas a tirarme algo??
Yo -No, disculpame, te juro que fue sin querer, se me resbaló la billetera mientras corría y...
Policiía interrumpe -Cuál es el problema??
Sr chofer - Pasa que esta piba está loca y quiso frenar el tren tirandome algo
Yo - (Cómo mierda llegó un policía tan rápido??) Ehh, yo no le tiré nada a nadie, te dije ya que se me resbaló la billetera y..
Policía - Qué billetera, yo no te veo nada..
Yo - no, es que como te estaba intentando decir, se me resbaló y cayó abajo del tren y ahora habría que esperar a que avance para..
Sr chofer - Ahora no avanza nada, ahora tengo que ver si....(se va caminando hablando solo)
Policía -Qué lindo día se te ocurre para hacer quilombo piba eh, 33 grados hace!!
Yo - Me estás jodiendo!?? yo no hice ningún quilombo, estaba pasando y (mientras decía esto noté las miradas de odio provenientes de los vagones y con mucho pudor cambié la orientación del discurso) - Disculpame, -hacia el policía- no entiendo por qué el tren no puede simplemente avanzar, se van todos felices y me quedo yo recuperando mi billetera. O lo que quede de ella...
Policía y ahora Sr chofer: No, cuando pasa esto no podemos avanzar así como así, hay que seguir todo un protocolo que..
Yo: qué?????

30 minutos después (entre discusión e incluso entrevista psicológica por parte del policía, que cuestionaba el sano funcionamiento de mi mentalidad, al dudar si mi billetera estaba o no), el tren estaba avanzando, unas abuelas me preguntaban si necesitaba ayuda por cuarta vez (???) y mi billetera casualmente se encontraba justo justo en “el tercer riel”, acostadita y mágicamente intacta, bien cómoda al lado de toda la furiosa electricidad. Un buena onda de Metrovías me la alcanzó y yo- tren perdido e impuntual a mi compromiso por ya 45 min de más- me fui sólo pensando cómo vengarme de esta situación en un futuro cercano.
Porque por cada negativa anécdota ferroviaria, he logrado ingeniármelas para retribuir mis daños y perjuicios causados.

Pronto update.

Update: tengo que ir liberando a todos los paréntesis y comillas de mi vida...de a poco. De a poco.